Existe un lugar que a veces pienso que sólo se forma en mi corazón. Existe un lugar donde el cielo es más amplio, más interminable. La mayoría de las calles son de tierra y casi vacías. Hay nogales y viejos sauces que estiran sus ramas para ser acariciados por el agua del río. Si uno mira con atención y un poco de amabilidad podrá ver un desfile de liebres y hasta escuchar el aleteo de los colibríes que andan escondidos entre las flores. También, en la tierra, hay unos pequeños huecos que son las casas de los cuis, y seguramente, con un poco de suerte, podrán ver algún oso melero.
Hay un lugar que existe en mi corazón, donde voy a limpiarme y que me lleva de la mano, como quien se deja guiar por un viejo abuelo, a un rincón de la infancia. Ese lugar puede llamarse La ovejería, o Tafí, o simplemente mi casa.
Ese lugar, inundado de parras, de árboles frutales y de cactus es quizás el rincón más sagrado que yo conozca, donde puedo permanecer sintiéndome a salvo porque los cerros me acunan mientras descanso de las noches oscuras del alma.
Muchos me han preguntado el por qué, y no sé... Nadie sabe explicar porque se ama lo que se ama. Nadie sabe decir con precisión por qué necesitan del agua, o del viento en la cara, o que un perro nos reciba con alegría, o que el sol no se vaya nunca de nuestros balcones, de nuestras tardes... Nadie me sabe decir por qué insistimos con necesitar cosas cuando ya sabemos que tenemos todo; porque los ojos no mienten y la abundancia en las manos, tampoco.
Que tengan linda semana…









Qué HERMOSÍSIMA carta... Y coincido plenamente... Bendiciones Nico
Hola hola. Como transmitís tanta pasión y amor por Tucumán, me organice un viaje hacia allá. De pura envidia nomás 🤪 Estás actuando allá? Dónde se te puede ver?