Ayer caminaba y veía a una señora que barría y barría -insistentemente- las hojas del árbol que estaba erguido y orgulloso en la vereda de su casa.
Me detuve para observarla un buen rato, porque esas cosas me divierten muchísimo. Y ella seguía barriendo, diciendo "no" con la cabeza. ¿El “no” será por las hojas que le ensucian su vereda o por alguna cosa que pensaba? Sólo ella lo sabrá...
Y sin querer el pensamiento empezó a volar por el cielo nublado, la señora quedó enfrente con sus hojas que no querían soltarla, y yo sólo percibía esa insistencia algo tonta y sin sentido que tenemos las personas en ir en contra de todo.
Barremos sabiendo que mañana y pasado mañana habrán mas hojas secas... Y luego tiramos litros de agua en la vereda en vez de barrer la tierra. Y luego nos operamos la cara para que no se nos caiga, para que todos crean que el tiempo no pasa... Para sentirnos mejor, pero sólo en la cáscara...
¿No sería más sencillo no hacer nada? Dejar que las cosas sean, en su tiempo y forma, lo que deben ser.
Las hojas, nosotros mismos. ¿Acaso no somos todo lo mismo regidos por el tiempo?
La naturaleza es sabia, si algo se suelta, es porque así debía ser. Cumplió su ciclo y nada más bello que aceptar y transitar ese final.
Que tengan lindo día.
Hermoso Niii