Ikigai (生き甲斐 ikiɡai?) es un concepto japonés que no tiene una traducción literal, pero puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser», lo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda interior, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda se considera de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae sentido de la vida, y a su vez un motivo de satisfacción.
Hace unos días atrás -no sé cómo- este concepto llegó a mí, y me hizo pensar no sólo en mi propio “sentido” al hacer o buscar las cosas, sino sobre cuándo lo descubrí.
Quería saber más, entonces estudié y leí por ahí que este concepto nace de los habitantes de la isla de Okinawa -ubicada en Ogimi- la única en el mundo en tener entre sus habitantes la mayor población de personas centenarias. ¿Increíble, no?
Estos hombres y mujeres, además de llevar una alimentación basada en general en verduras, frutas y pescados; recomiendan caminatas o actividades recreativas para descansar y disfrutar; pero también hablan de este concepto, el “Ikigai” como aquello que los lleva a levantarse cada mañana, un propósito, un deseo.
Personalmente me pregunto si “fluir” haciendo algo, como si nada más tuviera importancia, tiene que ver con eso. Cuando canto o escribo me siento en mis elementos, podría hacerlo siempre, donde el tiempo se esfuma y dejo de pensar, porque a la vez habito lugares que no corresponden con la realidad; pero ¿sería eso un ikigai? ¿O vine a esta vida a hacer algo más trascendente que cantar y escribir libros?
Siempre he necesitado la belleza, porque me sumerge en un estado contemplativo. La belleza que puede habitar en otra persona, en un paisaje, en una conversación, una música o en el abrazo retenido. ¿Esto quizás pudiera ser un sentido?
La cuestión es que desde que descubrí esta palabra no he parado de pensar sobre cuál es mi razón de ser. ¿Para qué existo? Siento un compromiso en el brindar algo, en dar belleza, en contribuir a la cultura con mi obra; pero si eso no existiera, si no fuera artista… ¿entonces qué puedo hacer? Bueno, me gusta escuchar, soy bueno en eso. Quizás un propósito es escuchar para luego ayudar. No lo sé…
Ustedes dirán ¿adónde va esta carta? Bueno, tal vez a ningún lado, sino sólo a contagiarles la curiosidad de que se pregunten sobre su propio Ikigai, pero para eso les facilito una especie de “lista” que podría ayudarlos a armonizar con el concepto.
Mantenerse activos (no retirarse) / Quien abandona las cosas que ama y saber hacer, podría perder el sentido de su vida.
Tomarse las cosas con calma / El apuro no es buen consejero, o como dice un viejo proverbio: “caminando despacio se llega lejos”
No comer hasta llenarse / Para una vida larga, menos es más.
Rodearse de buenos amigos / Son los que fundan buenas charlas y nos ayudan a conectar con el disfrute
Ponerse en forma para el próximo cumpleaños / Porque el movimiento atrae salud, ya que la salud física contribuye a la emocional.
Sonreír / En tanto lo entendemos como un sentimiento de gratitud para conectarnos más con el tiempo presente.
Reconectar con la naturaleza / Porque de allí proviene nuestra energía y nos regala sensación de libertad
Dar las gracias / Porque somos parte de un todo, algo mayor. Reconocer esa ayuda nos acerca a la sencillez y la humildad.
Vivir el momento / Todo lo que tenemos, y sucede, es ahora. Exceso de pensamientos en el futuro, o el pasado, sólo trae ansiedad o tristeza.
Sigue tu “Ikigai” / Porque adentro de cada hay algo que espera ser descubierto: una pasión, un deseo, un sueño… Algo que te dará el sentido y la razón de ser.
Bueno… un suspiro largo y reconocer que estoy en el camino de poder hacer varias de esas “reglas”. Y lo que aún no he logrado, en algún momento podré.
Espero les sirva, los haga pensar, los ayude.
A mí me ha cambiado bastante mi concepción sobre el tiempo y lo que realmente necesito.
Abrazo fuerte,
Hola! Gracias desde el día que te conocí. Gran capacidad de escucha y de ayuda; recuerdo que te pregunté si eras psicólogo, me dijiste no ; entices te dije Artista, por tu gran sensibilidad, la capacidad de ver y colocarte un poco en el sentir del otro. Una gran persona! Gracias
Hermoso amigo, esto que haces sin duda es tu ikai, a mi al menos me modifica, y estoy seguro que a muchos mas.. te quiero admiro y extraño!!