Este tiempo
No sé por qué, pero siempre me ha obsesionado el tiempo y toda su mística, pero eso ha crecido más durante y luego de la pandemia.
Hace unos meses que vengo pensando todo el tiempo en “este tiempo…” y digo:
Este tiempo ha sido vivir como lo hacen la mayoría de los árboles en invierno. El viento azota, el viento a veces es cruel y desparrama las últimas hojas. Los ojos del mundo ven las ramas secas, las ramas desnudas, las ramas a punto de quebrarse; pero de alguna forma todos sabemos que debajo de la tierra la vida late en las raíces y hace un proceso lento de espera, de nutrición, de guardado; porque un árbol sabe esperar.
Estos meses han sido una invitación forzada a crecer hacia dentro, hacia abajo, como la raíz de algo mucho más grande; siendo parte del todo, con paciencia, entregándome a la incertidumbre pero afianzando las amistades, las eternas conversaciones y también la de mecerme sin fin en un paisaje de horas muertas.
Este tiempo ha sido -y es- una pausa que se teje en silencio. Una visión que crece a diario. Una música nueva fundada en armonía y en notas tirantes. Este tiempo es un destello revelador cuando miro el cielo, cuando de verdad miro el cielo y veo a las palomas bailando en círculos, cuando el fuego del sol pareciera salir del agua del río, cuando la lluvia revive en una danza mojada a todo lo verde, a todo lo mudo.
Este tiempo es un signo de pregunta que se resiste a cerrar...no sin antes darme el misterio de lo que no sé, de lo que aún no me puedo responder sobre el mundo, sobre mi vida pequeña, sobre lo que va a venir cuando las horas pasen menos lentas porque a veces pareciera ser que sólo tuviera un poco de tiempo.
Que tengan linda semana.