Acerca de la (falsa) felicidad en las redes
Son días de remolinos internos, de pensar, de hacer elecciones, de llorar pero también de profundo agradecimiento. Pienso que algo de esto que escribo y comparto con ustedes tiene que ver con este proceso en el cuál me encuentro... esta cosa de observar, incluso muchas veces siendo parte, de algo que le llamo "la falsa felicidad de las redes"; donde todo lo que mostramos son nuestros éxitos y nuestra imagen llena de filtros, donde nos vemos hermosos, casi perfectos, radiantes. Digo casi perfectos, porque eso creo que somos; "casi" algo para llegar a ser otra cosa. Casi sensibles, casi empáticos, casi humildes, casi... Porque hablar de tristeza está mal visto, porque compartir los problemas es enroscarse, porque todo debe ser visto bajo el cruel mantra de una felicidad ficticia y posada donde todo está bien, donde hay que ser fuertes, luchadores, inmaculados... Donde nunca hay que bajar los brazos... pero ¿Nadie habla del cansancio? ¿Del hartazgo? ¿De la frustración? No, muy pocos, porque son emociones que nos han enseñado a ocultar, pero, al menos yo, las transito a diario y tengo la dicha -a veces- de poder canalizarlas a través del canto o la escritura. Incluso me han aconsejado que no comparta ciertas cosas porque no ayuda a mi imagen como artista ¿Pero no es el artista un ser que se atreve a mirar de cerca su vulnerabilidad?.
¿Y para qué son todas estas redes sino para compartir lo que nos pasa, lo que sentimos o pensamos? Yo uso estos medios no sólo para trabajar sino también para comunicarme con ustedes, porque mi vida y el escenario van de la mano, de lo contrario no podría ofrecerles mi arte desde un lugar verdadero, con todo lo que soy, con mis errores y los aciertos. Por eso me atrevo a invitarlos a que se muestren como son, con sus felicidades verdaderas y sus tristezas, porque ambas son parte de uno.
Pienso que de a poco deberíamos ir limpiando y echando luz sobre estos rincones empolvados de reglas y mandatos. Lo más maravilloso va a ser siempre lo más único que tenemos: nuestro pensamiento, nuestras emociones y nuestro particular modo de ser... sin miedo, sin prestar demasiada atención a lo que puedan decir... si total de todas formas gente cruel y habladora hubo siempre... Pero no hay nada como la verdad y la coherencia, ellos no pueden contra eso.
Los invito a que lo hagan, sean ustedes mismos, aprendan a decir que no y sí, más allá de los compromisos. Ejercitemos nuestra verdad, sea en la vida o en las redes.
Que tengan linda semana.